La puesta a tierra es el sistema más importante de seguridad para proteger y operar aparatos electrónicos delicados y estructuras metálicas propensas a inducciones.

Es entonces cuando es necesario garantizar un sistema que esté en óptimas condiciones y de acuerdo a los requisitos de la integración. 

El equipo más importante dentro de un sistema de tierra física es electrodo, el cual será el encargado de recibir y direccionar la energía al suelo.

Por tanto la cantidad de electrodos, el material de fabricación, el tipo de preparación del suelo alrededor del mismo, determinarán en gran parte la eficiencia de un sistema. 

Ahora bien, la única forma de medir la eficiencia de un electrodo es haciendo una medición en forma, con instrumentos especializados como lo es un terrómetro, el cual genera un promedio de resistencia (medido en Ohm) del electrodo al suelo siguiendo ciertos procedimientos concretos. 

Se dice que un electrodo eficiente tendrá una resistencia baja en relación al suelo. La NOM 001 exige como resistencia mínima 25 Ohm para garantizar la mínima protección al predio, más sin embargo, en sedes críticas como las de telecomunicaciones, datos, médicas y manufactura de precisión, el requisito a menudo es de 5 Ohm y puede llegar a ser de 1.



Es por tanto que hay que considerar todos los factores que pueden afectar la instalación, y uno de los más importantes es el terreno donde se instalará.  

Un mismo sistema puede tener dos valores distintos de resistencia dependiendo donde se instale. En este punto es necesario hacer un estudio de resistividad al terreno previo a la instalación para saber con qué nos enfrentamos.

Así pues un estudio de resistividad nos dará cuantos Ohm por metro nos dará el terreno.

Un sistema amistoso como un terreno de cultivo nos dará una resistividad baja (50 Ohm-metro) mientras suelos rocosos se pueden disparar a valores altísimos (>6000 Ohm-metro).

De igual forma condiciones como humedad, temperatura, componentes químicos del terreno, tipo de compactación del terreno, etc. influirá en el valor final de un sistema. 

Una instalación con mayor resistividad se traduce en una instalación más complicada, ya que para llegar al mismo valor de resistencia necesitamos invertir en mayor cantidad de electrodos, mayor cantid320de cable y generalmente fosas mucho más grandes y con material de relleno especial como mejoradores de conductividad y tierra de jardín.

Si pensamos que estamos en una zona rocosa, podemos pensar inclusive en un costo adicional en renta de maquinaria especializada. 

Es por tanto que aunque seleccionemos los mejores componentes como pueden ser electrodos 100 % de cobre, cable de correcto calibre o compuestos mejoradores de resistividad, el terreno termina siendo el factor determinante para obtener una resistencia baja en los sistemas de tierra física.

Por esto y más hay que darle la importancia que merece y apoyarse de los productos con mejor calidad en el mercado como lo es toda la línea de productos Total Ground®. 

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